La Universidad de Navarra participa en un consorcio para diagnosticar de manera más rápida y eficiente la enfermedad de hígado graso no alcohólico

El proyecto EHGNA está financiado por el Gobierno de Navarra y tiene una duración estimada de dos años


FotoManuel Castells/
Itziar Abete

31 | 03 | 2021

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Un consorcio compuesto por el Cima, la Universidad de Navarra y la Universidad Pública de Navarra va a trabajar de manera conjunta, con el objetivo de abrir una posible vía no invasiva de identificación y sub-diagnóstico para la enfermedad del hígado graso no alcohólico. El proyecto denominado EHGNA está financiado por el Gobierno de Navarra y tiene una duración estimada de dos años.

La enfermedad del hígado graso no alcohólico se asocia a la obesidad y diabetes. Afecta actualmente a 9 millones de españoles, de los cuales, 1,1 millones es posible que desarrollen otras complicaciones más graves como la cirrosis no alcohólica. Hoy en día no existe un tratamiento farmacológico específico para dicha enfermedad, salvo la recomendación de pérdida de peso. Además, es la principal causa de trasplante de hígado, superando a la hepatitis y a la hepatopatía alcohólica. Dadas las dificultades para su diagnóstico, es necesario desarrollar diferentes métodos para identificar la dolencia y poder actuar con una mayor precisión y rapidez. 

“La idea es utilizar muestras y datos de un proyecto previo llevado a cabo en gente que presentaba la enfermedad y que se sometieron a un tratamiento nutricional personalizado a largo plazo (24 meses), y comparar toda esa información con muestras de participantes controles que no presentan la enfermedad”, señala Itziar Abete Goñi, investigadora del Centro de Investigación en Nutrición de la Universidad de Navarra y directora del proyecto.

 “Además, se va a aplicar inteligencia artificial para integrar y combinar toda la información obtenida a partir de técnicas más novedosas (ómicas) con marcadores específicos indicadores de fases más avanzadas de la enfermedad (fibrogénicos, carcinogénicos), con información procedente de imágenes (RMN), información antropométrica y bioquímica, obteniendo así un conocimiento más exacto del contexto de la enfermedad, la fase de desarrollo de la misma y su respuesta al tratamiento nutricional”, añade.

La combinación de información que proceda tanto de la metodología habitual como de la más avanzada permitiría un diagnóstico alternativo y de una mayor precisión que el realizado hasta ahora por una biopsia. “Se podrá seguir de forma más precisa el estado de la enfermedad y su evolución, potenciando el diagnóstico precoz de pacientes que en la actualidad pasan desapercibidos y reviniendo la evolución de la enfermedad hacia situaciones irreversibles”, avanza Itziar Abete.

Una cápsula para tratar la enfermedad
La Universidad de Navarra y la Universidad Pública de Navarra trabajan también en otro proyecto, denominado MICROLIVER, en el diseño de un dispositivo biomédico tipo cápsula que permita la recogida de muestra intestinal, en diferentes zonas del sistema digestivo, para el estudio de la flora intestinal (microbioma). La información ayudará a tratar enfermedades relacionadas con la microbiota, en particular el hígado graso no alcohólico. Un objetivo adicional de este proyecto es desarrollar nuevas terapias para esta enfermedad mediante la administración de probióticos encapsulados.

La investigación está financiada por el departamento de Universidad, Innovación y Transformación Digital del Gobierno de Navarra, dentro del apartado de Ayudas a Centros tecnológicos y Organismos de investigación para la realización de proyectos de I+D colaborativos.