Un estudio investiga ralentizar el progreso del Parkinson con inmunoterapia

La Clínica Universidad de Navarra se suma al primer ensayo clínico multicéntrico a nivel mundial que busca desarrollar una vacuna para pacientes en fase incipiente de la enfermedad

Descripcion de la imagen
Las Dras. Mari Cruz Rodríguez Oroz, directora del Departamento de Neurología, y Rosario Luquin, neuróloga, dirigen los nuevos ensayos sobre Parkinson en la Clínica Universidad de Navarra.
FOTO: Manuel Castells

La Clínica Universidad de Navarra se ha incorporado al primer ensayo multicéntrico a nivel mundial que une inmunoterapia y Parkinson con el objetivo conseguir una evolución más lenta de esta enfermedad. El desarrollo de la inmunoterapia abre la posibilidad de ralentizar su progresión y que los pacientes no desarrollen los síntomas que aparecen en los estadios avanzados.

El Parkinson es la segunda patología neurodegenerativa más frecuente en España, situada por detrás del Alzheimer. De hecho, el pasado 11 de abril se celebró mundialmente el día de esta enfermedad, que en Europa afecta a más de 1.200.000 personas. Una cifra que se multiplicará en los próximos 20 años y que realza la importancia de la investigación. Además de la inmunoterapia, continúan los estudios para encontrar tratamientos sintomáticos más eficaces.

Este ensayo se aborda con “inmunoterapia pasiva”, es decir, consiste en administrar anticuerpos por vía intravenosa, a los pacientes que tienen la enfermedad de Parkinson. Previamente, los anticuerpos son preparados en el laboratorio. “No es que se inyecte una sustancia para que uno mismo fabrique los anticuerpos, no se trata de una inmunización activa”, explica la Dra. Rosario Luquin, directora científica de IdiSNA y especialista del Departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra.  

Dirigido a pacientes en una fase incipiente de la enfermedad, con un diagnóstico menor a dos años y que no hayan recibido un excesivo tratamiento farmacológico, este ensayo contempla reclutar a unos 300 pacientes en todo el mundo, de los cuales 8 ya se están tratando en la Clínica. Este es un estudio en el que participan otros centros españoles, y promovido por Roche.

Los investigadores buscan combatir la proteína Alfa-sinucleína. Se cree, según numerosos estudios realizados, que la acumulación de esta proteína en el cerebro es una señal del desarrollo de Parkinson. “En los cerebros que tienen Parkinson se observa que esta proteína se va acumulando en agregaciones insolubles, siendo un marcador típico. Se piensa que estos agregados que aparecen, y que puede estar dentro de las células, hacen que el funcionamiento de la neurona sea defectuoso y terminen muriéndose”, aclara.

Por lo tanto, si el anticuerpo se muestra eficaz conseguiría evitar el acumulamiento de la Alfa-sinucleína y, como consecuencia, la progresión del Parkinson. Su detención no permitiría una curación, pero sí mantener la enfermedad en una fase menos incapacitante. El ensayo, que se encuentra en fase 2B, consiste en una inyección de este anticuerpo cada 4 semanas durante un total de 52. Un tratamiento que, con resultados positivos, podría comercializarse en el futuro y el paciente continuaría con la misma periodicidad de la terapia de forma permanente.