El Hospital Universitario de Navarra investiga el beneficio del ejercicio en personas mayores de 65 años con cáncer



26 | 10 | 2022

Texto:Diario de Noticias

Los servicios de Geriatría y Oncología del Hospital Universitario de Navarra (HUN) están desarrollando dos proyectos de investigación para “evaluar el beneficio que tiene la prescripción de un programa individualizado de ejercicio en personas mayores de 65 años con cáncer”, explica Idoia Morilla Ruiz, adjunta al servicio de Oncología Médica. Así, por un lado, están estudiando los efectos que tiene en el paciente ambulatorio, donde de momento se ha constatado “una mejoría de la capacidad funcional de en torno al 30%” y, por otro, en pacientes que están ingresados. 

Como expone Nicolás Martínez Velilla, jefe del servicio de Geriatría, investigador de Navarrabiomed y director del IdiSNA (Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra), “todo surge de la colaboración entre los servicios de Geriatría y Oncología. Hablamos con ellos para exportar el programa de ejercicio que hacemos en ancianos hospitalizados”, que ha obtenido “muy buenos resultados” en cuanto a mejora de la capacidad funcional, cognitiva y de la calidad de vida. 

El proyecto tiene dos áreas. Por una parte, un estudio multicéntrico –que, además de en la Comunidad Foral, se lleva a cabo en Barcelona, Valencia y Andorra–, el cual se gestiona gracias a la financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer –298.500 €– para valorar si es efectivo un programa de entrenamiento multicomponente en pacientes ambulatorios del Hospital de Día. Por otra parte, hay otra investigación, que “se está generando con los esfuerzos de los dos servicios” del HUN, para “intentar hacer lo mismo que hacemos en la planta de Geriatría en Oncología”, si bien “es un verdadero reto porque es más complejo”, dice Martínez Velilla. Unas intervenciones que, como apunta la jefa de Oncología Médica, Ruth Vera García, persiguen “mejorar la calidad de vida del paciente”.

Preguntados por las razones que les llevan a impulsar estas iniciativas, Vera responde que “las cosas hay que demostrarlas. Nuestra impresión, percepción y parece que cada vez hay más evidencia de que esto beneficia a la calidad de vida e incluso puede repercutir en la supervivencia de los pacientes, pero tiene que haber evidencia científica que lo avale, para que esto pase de investigación a que se pueda considerar una línea de trabajo asistencial dentro de los hospitales y para poderlo incluir en un futuro”.

Características del proyecto multicéntrico: a quién se dirige y cómo se hace
La doctora Morilla, por otro lado, señala que la prescripción de ejercicio es otra manera de indicar “un tratamiento más que puede ayudar a nuestros pacientes a mejorar su calidad de vida, a mejorar la tolerancia a las terapias, a minimizar su toxicidad, a disminuir la dependencia y, en ese contexto, les ofrezco la posibilidad de entrar en este estudio”. Concretamente, son pacientes de cáncer de pulmón, tumores prostáticos y digestivos con 65 años o más. 

Una vez reclutados los candidatos, expone la facultativa, “les hacemos una serie de test de calidad de vida, de dependencia, se estudia cómo se encuentran a nivel social, cognitivo y emocional y luego, al azar, unos van a recibir un ejercicio perfilado según sus características, con un entrenador personal, durante diez semanas dos veces a la semana”, para lo cual acuden al laboratorio de Geriatría del Hospital, y a otro grupo, denominado de control, “se les administra una serie de vídeos educacionales para que hagan ejercicio en casa”. 

Hasta el momento, indica Morilla, han incluido a 16 pacientes y esperan llegar a un mínimo de 90 para junio del año que viene, ya que el proyecto está previsto que finalice en diciembre de 2023. Respecto a los resultados de este trabajo, expresan su satisfacción, ya que hasta el momento han constatado “una mejoría de la capacidad funcional de en torno al 30%”. 

Proyecto pionero en la planta de Oncología
En cuanto al proyecto interno, un estudio piloto pionero en el que ya han participado 52 pacientes que deben estar un mínimo de cinco días ingresados, la doctora Vera reconoce que les está “costando más”. Al respecto, Martínez Velilla confiesa que “teníamos la hipótesis de que si personas de 87 años hacían lo que hacían, con los compañeros de Oncología sería parecido o mejor, pero hemos visto que el paciente con cáncer es mucho más complejo y vulnerable a pesar de ser más joven”. No obstante, asegura que “a pesar de todo, estoy convencido de que los resultados finales serán positivos”. De momento, los califica como “buenos, pero queríamos que fuesen mejores”. Como concluye Fabricio Zambom, el programa “mal no hace a nadie. Puede ser que alguien no mejore, pero la gran mayoría suele ir a mejor a nivel funcional y anímico”